jueves, 16 de septiembre de 2010

EL PODER DEL VOTO EN BLANCO



En una encuesta reciente, los estudiantes de la Universidad Católica y de la Universidad Nacional de San Marcos coincidían en su intención de votar en blanco en las próximas elecciones municipales del Perú.
Aunque muchos rechazan esta actitud, yo la encuentro útil e importante porque estoy seguro que los universitarios habrán hecho estas consideraciones:
• Estamos saturados de leer, ver y oír descalificaciones, chismes y hasta encuestas de intención de voto de candidatos, pero no sabemos cuáles son sus propuestas de gobierno. Por ejemplo no sabemos qué van hacer con el pasaje universitario, o la inseguridad ciudadana, o la falta de becas de estudio.
• Pero aún si dijeran concretamente sus propuestas, sabemos de antemano que no las cumplirán. Desde tiempos inmemoriales los elegidos siempre hacen lo que les da la gana, nadie les pide cuentas ni ellos las dan.

Es decir: los estudiantes no tienen ninguna esperanza que su voto cambie las cosas sea quien sea el elegido.
En otras partes del mundo votar es una opción libre, solo en el Perú y un puñado más de países el voto es obligatorio. Los padres de la patria, es decir los políticos, se guardaron bien en no quedar en ridículo si dejasen que la gente decidiera votar o no. Por otro lado dieron un baño cosmético a lo que llaman democracia: el gobierno del pueblo.
Arropados con el voto de electores que no piden cuentas, los políticos pueden hacer lo que quieren en nuestra particular democracia ya que el pueblo no es temido ni respetado siquiera.
Ante la obligación de votar so pena de multa y limbo ciudadano, ¿qué otra opción le queda al elector consciente de que lo engañan? ¡Pues votar en blanco!
Dirán algunos que el voto en blanco es una capitulación, y que en todo caso hay que votar por el menos malo. Bueno, ese razonamiento ha calado mucho tiempo: así se eligió a Alan García, a Fujimori, y todos los pésimos gobernantes que ha tenido el país. Ninguno cumplió lo que prometió. Entonces, ¿para qué engañarnos nuevamente? Si todos votásemos en blanco se crearía un vacío de poder que haría reaccionar a los políticos y quizá se den cuenta de una vez por todas que sus campañas no terminan cuando son elegidos sino cuando cumplen sus promesas.
Un voto masivo en blanco, es decir NO al poder, un NO a la corrupción, un BASTA YA a las mentiras.
Un voto masivo en blanco es recobrar la autoridad que siempre ha debido tener el elector.
Sigamos a los universitarios, votemos en blanco si queremos cambiar el país.