He recibido varios correos de personas que dicen que estoy perdiendo el tiempo en hablar en contra de PPK, ya que en las encuestas aparece último con el 5% de las intenciones de voto. Creo que mis amigos no tienen razón; lo que pasó con la candidatura de Fujimori nos debía preocupar. Como recordarán se mantuvo muy detrás de Vargas Llosa hasta pocas semanas antes de las elecciones.
En nuestra presente situación, y tal como ya lo hemos visto, las componendas entre candidatos son de esperar, y el respaldo económico que recibe PPK actuará porque es mayor que el de todos los otros candidatos juntos. En un país como Perú, donde no hay partidos políticos estructurados, ahora ni siquiera el APRA, nadie puede garantizar que no se realicen arreglos de última hora. O sea hay que tener cuidado con el más peligroso de todos los candidatos, no porque los otros sean buenos, sino porque PPK es un evidente y declarado sicario económico al servicio del peor capitalismo insaciable, no de aquel capitalista interesado en invertir en el Perú; pero sí de aquellos que quieren seguir ganando los más posible sin importarles el futuro de la población.
Demos una mirada a un par de hechos realizados por PPK mientras fue ministro de Toledo.
1. EDUCACIÓN. PPK prefirió invertir en obras públicas con las que se enriquecieron algunos, que en educación. “No es prioritario para el Perú”, decía cada vez que rechazaba un aumento en la inversión en educación.
2. CAMISEA. Veamos lo que sucedió en Camisea. Apenas comenzar el proyecto hubo cinco dantescas explosiones en el gasoducto. No estábamos en Irak, aquí no había chiitas, sunies ni kurdos, tampoco había terroristas en esa zona. Lo que había era una comunidad indígena, los machiguengas, y desalmados inversionistas que contrataron lo más barato para la obra a fin de inflar sus ganancias todavía más.
Los machiguengas viven una pesadilla, les es imposible creer lo que les pasa, ya no tienen peces con qué alimentarse, todas las aguas de ríos y lagunas están contaminados; a su miserable escuela se le ha caído parte del techo, lo que queda es un nido de murciélagos, no tienen pupitres, los padres tienen que pagar por los libros que son gratuitos; el Centro de Salud inaugurado seguramente con alegría y esperanzas no tiene un solo médico ni medicinas. Se ha creado un basural en plena Reserva Comunal Machigengua, los desperdicios que han dejado los obreros es monumental. Mientras todo esto ocurrió ni un solo miembro del gobierno de Toledo, que se hinchaba de satisfacción cuando hablaba de Camisea, apareció por la zona de la catástrofe. Si usted cree que exagero le recomiendo leer el reportaje –CAMISEA, UNA OPORTUNIDAD EN RIESGO- de la periodista Nelly Luna Aparicio publicado en un especial de El Comercio a comienzos de marzo de 2006. Se le cortará la respiración.
En cuanto a los desalmados inversionistas es necesario recordar que detrás de todo el proyecto estuvo el inefable Pedro Pablo Kuczynsky, Primer Ministro, y ex Ministro de Energía y Minas. PPK declaró que las explosiones se debieron a sabotaje. De lo que les pasó a los machiguengas no dijo una palabra.
El asunto no es si se debe o no invertir en el Perú. El verdadero asunto es conseguir capital responsable y exigir garantías para que el daño ecológico sea el menor posible. Estas exigencias nunca las podrá hacer un sujeto inescrupuloso como Kuczynsky.
domingo, 16 de enero de 2011
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