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Esperaba iniciar las filípicas con un tema sobre el Perú, pero la peor noticia de este siglo me obliga postergar la idea. Bien dicen los mexicanos que si quieres hacer reír a Dios cuéntale tus planes.
La Corte Superior de Justicia de Estados Unidos ha acabado con el poco decoro que todavía tenía la democracia. Las escasas esperanzas podía tener sobre el futuro del mundo han desaparecido para siempre, la tragedia es de enorme proporciones. No exagero un ápice. Si la gente se diera cuenta de lo que esto significa en estos momentos estaríamos asistiendo a una protesta mundial nunca vista en la historia. Pero no, la noticia ha salido en las páginas interiores de algunos periódicos, la TV ni siquiera la ha mencionado. Las incontables tertulias radiofónicas han preferido hablar de terremotos, terrorismo y fútbol. No se han publicado editoriales ni entrevistas ni artículos de fondo. ¿Por qué este silencio? Hace tiempo que Chomsky ha dado la respuesta: los medios de comunicación están para adormecernos o indoctrinarnos sobre lo que interesa a los poderosos.
¿Cuánta gente se ha enterado que el 21 de enero de este año la Corte Suprema del país más fuerte del mundo, aquel que impone a los demás su política social y económica, ha aprobado que las empresas privadas puedan financiar sin límite alguno a los partidos políticos de su preferencia? ¡Afuera las máscaras! ¡Viva la corrupción, la rapiña y el engaño! Para qué guardar formalidades hipócritas como la limitación de apoyos económicos a partidos políticos o la obligación de estos a declarar quién los financia. No, ya no es necesario nada, todo está justificado. Así Exxon podrá donar billones de dólares a los candidatos que apoyen la explotación de Alaska. O General Motors financiar campañas de políticos que deseen prohibir importación de autos chinos o koreanos. Y la industria agropecuaria a los que aprueben el uso de transgénicos. Y todos los fabricantes de armas, aviones de combate, navíos atómicos, apoyarán a los congresistas que deseen invadir otros países con el pretexto que sea. Ejemplos de lo que esta resolución va a suponer llenará todos los infiernos de Dante. Habrá más guerras, hambre, injusticias. El poder del voto ha terminado.
La Corte Superior de Justicia de Estados Unidos ha acabado con el poco decoro que todavía tenía la democracia. Las escasas esperanzas podía tener sobre el futuro del mundo han desaparecido para siempre, la tragedia es de enorme proporciones. No exagero un ápice. Si la gente se diera cuenta de lo que esto significa en estos momentos estaríamos asistiendo a una protesta mundial nunca vista en la historia. Pero no, la noticia ha salido en las páginas interiores de algunos periódicos, la TV ni siquiera la ha mencionado. Las incontables tertulias radiofónicas han preferido hablar de terremotos, terrorismo y fútbol. No se han publicado editoriales ni entrevistas ni artículos de fondo. ¿Por qué este silencio? Hace tiempo que Chomsky ha dado la respuesta: los medios de comunicación están para adormecernos o indoctrinarnos sobre lo que interesa a los poderosos.
¿Cuánta gente se ha enterado que el 21 de enero de este año la Corte Suprema del país más fuerte del mundo, aquel que impone a los demás su política social y económica, ha aprobado que las empresas privadas puedan financiar sin límite alguno a los partidos políticos de su preferencia? ¡Afuera las máscaras! ¡Viva la corrupción, la rapiña y el engaño! Para qué guardar formalidades hipócritas como la limitación de apoyos económicos a partidos políticos o la obligación de estos a declarar quién los financia. No, ya no es necesario nada, todo está justificado. Así Exxon podrá donar billones de dólares a los candidatos que apoyen la explotación de Alaska. O General Motors financiar campañas de políticos que deseen prohibir importación de autos chinos o koreanos. Y la industria agropecuaria a los que aprueben el uso de transgénicos. Y todos los fabricantes de armas, aviones de combate, navíos atómicos, apoyarán a los congresistas que deseen invadir otros países con el pretexto que sea. Ejemplos de lo que esta resolución va a suponer llenará todos los infiernos de Dante. Habrá más guerras, hambre, injusticias. El poder del voto ha terminado.
Es verdad que la llamada democracia nunca existió, en especial en EE UU donde los candidatos se preocupan mucho más en recaudar fondos que en preparar una propuesta válida y honrada, y tienen razón: siempre gana el candidato que más dinero logra recolectar, porque para triunfar se necesita comprar espacios televisivos que mientan y desprestigien a los contrarios, se necesita comprar periodistas que investiguen al rival para desprestigiarlo por la más mínima sombra que pueda tener su pasado o el pasado de sus familiares. Con dinero se adquieren voces y silencios; se urden encuestas, manipulan datos y falsifican votos. Con dinero se eliminan de los registros electorales a los votantes sospechosos en especial a los negros e hispanos. Y si esto no funciona se compran jueces como ocurrió en Florida cuando Al Gore perdió en los tribunales lo que había ganado en las ánforas. Sí, estoy hablando de Estados Unidos y no de países tercermundistas. El fraude electoral es una larga tradición del coloso del norte, lo dice y sustenta, entre muchos otros, nada menos que el premio Nobel Paul Krugman•.
¿Cómo justifican los intelectuales de derecha los fraudes electorales? Pues de la manera más cínica: “la democracia no es perfecta, pero es el mejor sistema que tenemos”. Lo que en realidad se debe traducir como no hay que hacer nada para mejorarla, así nos va bien. Bien a ellos, claro está, no al pueblo. Pues esa “democracia” a la que los el poder económico y sus voceros se refieren ha sido mejorada por la Corte Suprema, ahora va a ser su “democracia perfecta”.
¿Cómo justifican los intelectuales de derecha los fraudes electorales? Pues de la manera más cínica: “la democracia no es perfecta, pero es el mejor sistema que tenemos”. Lo que en realidad se debe traducir como no hay que hacer nada para mejorarla, así nos va bien. Bien a ellos, claro está, no al pueblo. Pues esa “democracia” a la que los el poder económico y sus voceros se refieren ha sido mejorada por la Corte Suprema, ahora va a ser su “democracia perfecta”.