“Primero vinieron a buscar a los
comunistas, y yo no hablé porque no era comunista. Después vinieron por los
socialistas y los sindicalistas, y yo no hablé porque no era lo uno ni lo otro.
Después vinieron por los judíos, y yo no hablé porque no era judío. Después
vinieron por mí, y para ese momento ya no quedaba nadie que pudiera hablar por
mí". Bertolt Brecht
El pasado 26 de julio, horas
antes de que el comandante Humala presidiera con gran bombo la parada militar, se
publicó el Decreto Supremo Nº 085-2013- PCM por el cual se prorrogaba el Estado
de Emergencia en las provincias de Huanta y La Mar en Ayacucho, la de Tayacaja
en Huancavelica, y varios distritos de las provincias de La Convención, Satipo,
La Concepción y Huancayo.
Este Decreto Supremo no ha
sido comentado ni divulgado por los medios de comunicación, quizá lo hizo
alguno de pasada y sin darle importancia. Lo que sorprende es que a nadie le
importe o interese que se suspenda las Garantías Constitucionales en buena
parte del Perú, claro, son los otros, los serranos, los que viven allí. Son
esos.
Cuando pusimos esta noticia
en Facebook Genocidio Ayacucho una ex funcionaria de la Defensoría del Pueblo
comentó “como en los años 80, los limeños ni enterados”. Efectivamente, la
noticia pasó inadvertida y no solo eso, también han pasado inadvertidos 41
Decretos Supremos firmados por el comandante Humala los primeros 7 meses de este
año en los que se prorrogaban o se declaraban Estado de Emergencia en varias
provincias del Perú. ¡SÍ, 41 veces en 7 meses se han suspendido y siguen siendo
suspendidas las Garantías Constitucionales de una buena parte de los peruanos!
Esto quiere decir, según el texto del gobierno que:
quedan
suspendidos los derechos constitucionales relativos a la libertad y seguridad
personales, la inviolabilidad de domicilio y la libertad de reunión y tránsito
en el territorio comprendidos en los incisos 9), 11), 24) apartado f)
del artículo 2 de la Constitución Política del Perú.
Si alguien tiene dudas sobre
la cantidad de Decretos Supremos y las provincias y los distritos afectados puede
consultar la página oficial del gobierno http://www.pcm.gob.pe/general/normas-legales/
¿Qué está pasando en esa
parte del Perú? ¿Porqué prorrogan y prorrogan los estados de emergencia? Si el
ejército no puede acabar con la subversión que lo diga. No sería la primera vez
que el ejército no gana una guerra interna, ni externa, esa es la verdad.
Tampoco sería la primera vez que las FFAA abusan de la población sin conseguir
su apoyo ni poder acabar con el terrorismo o narcotráfico o las protestas
ciudadanas, que son las que más desasosiego causan al gobierno.
Claro que el asunto es que no son los terroristas los que obligan al
gobierno a suspender las garantías. Sendero no ha resucitado por todo el país,
lo que pasa es que cualquier protesta ciudadana por más justa que sea es tomada
por los militaristas y los que los apoyan como una traición a la patria, un
peligro para la estabilidad del país. Al
que proteste, palo. Al que se una para reclamar un derecho, palo. Al que se
queje de la destrucción de las fuentes de agua, palo. Garantías solo las tienen
los que se callen y aguanten. A todos los otros, palo. Y que no protesten mucho
porque sino bala. Hay que salvar al país de los
subversivos que reclaman mejores condiciones de vida.
En vez de gastar dinero en la
fuerza militar el gobierno de Humala y el de sus predecesores se han desentendido del desarrollo de la sierra. Por ejemplo, en Ayacucho el 80 %
de los niños sufren anemia, 91 % de los sus pueblos carecen de agua potable. Más
del 50% de su población sufre hipertensión y no se pueden tratar porque las
medicinas son caras. Estas son cifras
oficiales de la Dirección de Regional de Salud.
La política militarista de
Humala no entiende que la manera de combatir la subversión no son la patada en
la puerta sino guardar respeto para nuestros compatriotas y compartir con ellos
las riqueza de las minas que están en sus tierras y que hacen ricos a los ricos
del Perú y no a ellos. El consabido crecimiento económico del Perú no beneficia
a todos, al contrario beneficia a pocos. No hay que ser comunista para entender
esto, no lo son Krugman ni Stiglitz premios Nobel de economía.
Estemos atentos a los decretos
supremos que suspenden las garantías constitucionales, hoy es Ayacucho,
Huancavelica, Junín, Apurímac, mañana puede ser Lima. Fujimori tiene imitadores.