miércoles, 18 de junio de 2014

¿IGNORANTE O CANALLA? ASÍ ENSEÑAN ECONOMÍA EN EL PERÚ. 1ª Parte


(Regreso a mis filípicas luego del largo lapso dedicado a publicar en el Perú el libro “Todos contra la verdad”)


Da rabia leer en el “prestigioso” diario El Comercio (76% del mercado) las barbaridades que escribe una de sus estrellas editorialistas confiado en la ignorancia de sus lectores o en la fatiga claudicante de intelectuales que, cansados de que no publiquen sus protestas, prefieren quedarse callados. Me refiero a Carlos Adriazén que, para taparnos la boca, ponen debajo de su nombre que es nada menos Decano de la Facultad de Economía de la UPC.

La UPC es la sigla de la -Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas-, una de las muchas empresas educativas con desmedido afán de lucro cuya creación promovió el archicorrupto presidente Fujimori y que luego fueron consentidas por sus sucesores. Estas universidades están llenando los bolsillos de sus propietarios a costa de esquilmar a estudiantes ingenuos. En otra oportunidad me referiré a este escándalo, basta por ahora con adelantarles que según la revista Caretas del 15 de mayo de este año, Luis Cervantes Liñán rector de la -Universidad Inca Garcilaso- gana 4.7 millones de dólares al año. Es decir cinco veces más que el rector de Harvard (875,000) o el de Princeton (902,000).  Así se las traen los rectores de la universidades privadas del Perú. No sabemos cuánto gana el rector de la UPC ni cuánto sus socios porque en un rasgo propio de países tercermundistas donde la corrupción impera, en el Perú las universidades privadas no publican sus presupuestos, actúan totalmente opacas, no muestran la mínima transparencia de su gestión. ¡Viva la explotación del estudiante! ¡Viva el robo!

Por cierto, aunque den pena por falta de apoyo estatal, todas las maltrechas y empobrecidas universidades nacionales sí publican sus presupuestos.  Así vamos con la economía neoconservadora que se ha implantado en este país: las universidades nacionales muestran su miseria económica y nadie dice nada, y las universidades privadas ocultan sus abusivas ganancias y nadie tampoco dice nada.



Ya desde de su mismo nombre, “Ciencias Aplicadas”,  la UPC indica una intención dolosa. No crean que enseñan materias como la  biotectnología, una multidisciplina que emplea la biología y la química para el desarrollo de productos medicinales, alimenticios, farmacéuticos, etcétera. O crean que en que la UPC se enseña nanotecnología para el control y manejo de la materia a nivel de átomos y moléculas. Qué bueno sería tener en el Perú una entidad que enseñase ciencias aplicadas, pero eso es soñar.

Lo que enseña la -Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas- son carreras que se pueden encontrar en cualquier otra universidad, entre ellas: Hotelería y Turismo, Artes Contemporáneas, Derecho, Diseño, etc. ¿Dígame usted qué “ciencia aplicada” se necesita para ejercer esas profesiones? ¿No es más bien claro que desde su nombre algo huele a podrido en la UPC?

Pero no nos salgamos del tema de Carlos Adrianzen. El decano de la Facultad de Economía publica generalmente en la primera página de El Comercio tal cantidad de basura que llenaría la pampa de Amancaes.  Veamos un par de ejemplos:  

1) En su artículo publicado en El Comercio el 26 de setiembre de 2012 con el título  “La enfermedad keynesiana”, el decano de la Facultad de Economía dice que estamos pasando “días de una fuerte reacción keynesiana” porque tanto los bancos alemanes al haber invertido en países como Grecia y otros “complicarían la suerte económica germana por algún tiempo”, como porque “a punta los maquinazos de la reserva federal, el Tesoro estadounidense arrastra un déficit fiscal de una escalada difícil de mantener.”

No diré un economista principiante sino hasta el más ignorante hombre de la calle europeo se mataría de risa si se enterase que un decano de economía peruano acusase a Alemania de keynesiana. Esta Alemania que invoca la austeridad a pesar de dejar en la calle a millones de europeos, y cuyos bancos prestaron, es verdad, a Grecia pero para comprar entre otras cosas dos submarinos y 400 tanques, es un ejemplo de lo que quisiera hacer el Tea Party en el mundo. Por otro lado el dinero que inyectó Obama en el mercado nunca llegó a los niveles que recomendaban los modernos economistas neokeynesianos como Paul Krugman porque el partido Republicano se opuso. Aún así EEUU pudo recuperar el empleo y su economía a niveles anteriores a la crisis. No menciona el decano Adrianzén, que la bancarrota bancaria fue originada por la falta de control del Estado en las instituciones bancarias privadas, a las que rescató con una sola excepción (Lehman Brothers), confirmando la práctica capitalista:  “se nacionalizan las pérdidas y se privatizan los beneficios”.

Pero el egregio decano de Economía de la UPC no se contentó solo con mentir, sino que quiso educar a sus lectores sobre el pensamiento de John Maynard Keynes y dice que “La prescripción keynesiana es intuitiva: se debe socializar la inversión”.  

Tamaña barbaridad me abruma. Es como tratar de replicar a alguien que diga que la tierra es plana. Cómo puede el decano tener la frescura de decir eso y salir a la calle sin miedo a que le arrojen tomates. Siendo conciso para no aburrir al lector, diré que Keynes proponía que el Estado invirtiese en tiempos de crisis para evitar que la falta de inversión privada reduzca el empleo y por ello el consumo, y por ello la paralización del aparato productivo. En ningún momento Keynes recomendó al estado competir ni desplazar al capital privado.



Cualquier mediocre alumno de -Economía Uno- de cualquier mediocre universidad del mundo sabe bien lo que dijo Keynes, por lo tanto nos preguntamos, ¿cómo es posible de Carlos Adrianzén, Decano de Economía de la -Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas- escriba esas mentiras? Paul Krugman, premio Nobel de Economía comentando casos similares se pregunta si estos profesores son ignorantes o canallas. Ignorantes no pueden ser ya que algo de economía deben saber, lo cual nos lleva a la segunda alternativa. Esto confirma cómo se venden conciencias y plumas para promover el pensamiento neoconservador auspiciado por capitalistas que quieren perpetuarse en su cúspide comprando lo que sea a precio barato. Esta práctica es fácil en un país donde todos están dispuestos a venderse. (Leer -Historia de la Corrupción en el Perú- de Alfonso Quiroz)  

 La continuación de este artículo estará disponible dentro de unos días.

Me alegra estar de regreso a mis filípicas.

Herbert Morote

21 de junio de 2014