Herbert Morote (1935,
Pimentel, Perú). Cursó sus estudios en el colegio La Salle de Lima y después en
el Colegio Militar Leoncio Prado. Doctor de Ciencias Económicas y Comerciales
de la Universidad de San Marcos, obtuvo el Postgrado en Administración de
Negocios en la Universidad de Indiana, Estados Unidos. Escritor tardío, así es
como se considera nuestro autor, Juan Mejía Baca, ex-director de la Biblioteca
Nacional de Perú, quien escribió "Más vale llegar a ser escritor tardío
que no llegar a serlo, quedándonos el consuelo de saber apreciar lo bueno, como
considero tu primer trabajo". Fue catedrático fundador de la Universidad
de Lima.
Como sucedió con muchos
jóvenes ejecutivos, el desgraciado gobierno del general Velasco animó a Morote
a buscar nuevos horizontes. En 1990 se instaló en Madrid, desarrollando sus primeros proyectos literarios en la Escuela de
Letras, institución ya desaparecida, y coincidiendo con autores como José María Guelbenzu, Juan
José Millas, Constantino Bértolo, Juan Luis Conde y Alejandro Gándara. Fue
director de la Revista Literaria 90 LAGARTOS, de la Escuela de Letras de
Madrid-. En el apartado teatral trabajó y colaboró con José Sanchís Sinisterra, Juan Mayorga y Yolanda
Pallín. Actualmente sigue residiendo en Madrid.
Sin duda alguna,
tu vida ha sido un ejemplo de esfuerzo y superación. ¿Cómo un hombre de negocio
decide dejar atrás su vida anterior y decide dedicarse a la literatura?
- No fue una decisión difícil ni
rápida. Lo había decidido muy joven cuando por consejo de mi padre preferí
terminar Economía en vez de Filología. Mi padre me hizo ver que primero tenía
que ganarme un sustento económico y luego dedicarme a lo que quisiera, por
ejemplo: escribir.
A finales de los
años sesenta se produce el alzamiento del General Juan Francisco Velasco
Alvarado, ¿Cómo viviste el Golpe de Estado?
-
Fue terrible pero no extraño, Perú
ha vivido casi todo el tiempo bajo dictaduras. La última con Fujimori hasta el
año 2000. Es una pena, en nuestro país no hay cultura política, por eso seguimos gobernados por corruptos e
ineptos que no hacen sino seguir protegiendo un neoliberalismo que prefiere una
economía extractivista explotando
nuestros recursos naturales sin mejorar la calidad de vida del pueblo en su
mayor parte indígena. El gobierno del
general Velasco hizo que dejara el país en 1971
¿Cómo ha incidido
esa experiencia en tu obra?
- Ver mi país de lejos, visitarlo
y constatar que no mejora, que el indígena sigue explotado, que los modelos de
la sociedad son los de EEUU, que los medios hayan logrado que se hable de fútbol y de comida cuando ni
ganamos en fútbol y la gran mayoría no tiene qué comer, da rabia, tristeza.
¿Reprochas algo
al Régimen Dictatorial de esa época? ¿Te arrepientes de las decisiones que
tomaste?
No solo reprocho la larga lista de dictadores que hemos tenido, también
me irrita los presidentes que hemos elegido en la democracia. Todos los
presidentes vivos están presos, fugados o con causas judiciales abiertas. Lo
peor es que no veo solución, los intelectuales peruanos miran a otro lado. Las
medicinas son una de las más caras del mundo, no hay seguridad pública, estamos
entre los peores países en cuanto a educación según el informe Pisa. Y el peruano aguanta y aguanta. Es un pueblo
muy bueno.
Cultivas en
novela el género negro y el histórico. ¿Crees que a la hora de accionar el
disparador de tu máquina fotográfica, el fotógrafo debe estar ligado de alguna
manera emocionalmente con la persona que vas a autorretratar?
- Es imposible no autoretratarse cuando uno escribe sobre su patria, ya
sea novela o ensayo. Uno puede disimularlo pero siempre se termina desnudándose, tomando partido. Mi
causa es la denuncia, intento desenmascarar a los responsables, a esos que
pasan de rositas por la vida evitando entrar en temas difíciles. Esos
intelectuales que no quieren ofender al
poder económico porque de ellos viven y a ellos sirven.
Tu proceso
creativo parte de la novela y el ensayo. Pero, ¿qué impulso te lleva a acabar
escribiendo obras de teatro?
Siempre quise escribir teatro, de hecho mi primer libro fue una obra de
teatro que nunca pudo ser representada porque como teatro era realmente mala,
sin embargo se publicó con éxito gracias al director de la Biblioteca Nacional
del Perú que vio en ella un texto de ensayo. Luego en España me di cuenta que
el teatro tiene claves, secretos, técnica, así que tomé cursos con grandes
dramaturgos españoles: Juan Mayorga, Sanchís Sinesterra y Yolanda Pallín. A
ellos les debo todo.
Has escritos ensayos, novelas, relatos, cuentos, cartas, sin
embargo tu extensa carrera literario se ha desarrollado también en el teatro. ¿Qué te aporta el teatro que no te conceden el resto de géneros literarios?
- La voz que persigo sale más clara y efectiva. Los temas son más variados
y me dan descanso emocional.
Los Ayacuchos es una obra de teatro donde se representa de una forma
medida y contenida la manipulación que sufrieron los indígenas peruanos, tanto
por las fuerzas del Virrey, como por la de los llamados patriotas. ¿Crees que
la Historia le debe algo a los pueblos autóctonos de las diferentes regiones?
-Buena pregunta¡ pero requeriría tiempo responderla, quizá en el
conversatorio del próximo jueves podamos hacerlo. Según que país la reacción a
la Conquista es diferente. En México ha quedado cierto rencor y malestar. En
Perú tenemos enterrado a Pizarro en la
Catedral de Lima, primera capilla entrando por la izquierda. Nosotros
somos descendientes de esos españoles, no de los españoles que se quedaron en
casita. Los indígenas quechua-hablantes
siguen discriminados en Perú por los criollos y eso me irrita, desconsuela y
hasta me violenta.
¿Quiénes deberían ser los
responsables, si los hubiese, de reponer la dignidad y la memoria de esos
pueblos?
- Hay que confiar en el pueblo. Lo
que hay que hacer es dar a esos indígenas las mismas oportunidades de
desarrollo que a los criollos. Hay que darles la misma educación, salud publica
y seguridad. Parece que nadie se da cuenta que la discriminación se inicia
con el presupuesto del país. Las compañía mineras y las empresas que
exportan productos agrícolas son las que más ganan en Perú, y las que peor
pagan. Los pueblos que producen la riqueza del país son los más pobres e
incultos. Y no tengo que ser comunista, que no soy, para decir esto.
¿Sobre qué pilares fundamentales se sustentan los
personajes de tus obras teatrales?
- Son variados
los temas que trato, quizá el punto en común es que son buenas personas que
enfrenta situaciones difíciles que a todos nos pueden pasar.
¿Pueden ser tus personajes, llegado el caso, de
representar tu alter ego?
- Sin duda, es imposible despegarse de sus
personajes, uno los siente y sufre con ellos, aun con los malos
¿Estás trabajando en algún nuevo proyecto?
- Estoy metido en
un proyecto muy largo. Deseo contar la independencia del Perú desde distintos
puntos de vista. Uno de ellos el de los españoles que lucharon en Ayacucho
(1824) y que se sintieron abandonados por el gobierno español de Fernando VII.
Otro, los patriotas criollos. Otro, los indígenas que eran reclutados a la
fuerza y luchaban por ambos bandos. Creo que la historia de la independencia de
América está mal contada, tiene mucho de heroísmo y poco de análisis
…………..
Escritor, novelista, ensayista y dramaturgo, Herbert Morote es un autor
de raza, de los que empuñan una pluma para salvarse a sí mismo, para no
desfallecer, para mostrarnos todos aquellas deidades que le atormentan y que,
en un acto de catarsis, plasma en sus obras buscando lectores que le leen o que
le oigan. Herbert Morote es una autor
honesto cuya máxima personal es no traicionar sus principios y sus valores,
pase lo que pase, escriba lo que escriba.
El próximo jueves
día 4 de abril, a las 20:00 horas, es una buena ocasión para hablar y
charlar con nuestro autor, en el Teatro Monterrey de El Paso, en un encuentro literario sobre su obra, donde
estará acompañado por el crítico literario Jorge Rodríguez Padrón, que
presentará la obra del escritor
invitado, y junto con el dramaturgo Antonio Tabares, quien entablará una
conversación en torno a su escritura teatral. Tendremos la ocasión de hablar de
tú a tú, con uno de los dramaturgos peruanos más incisivo del panorama
iberoamericano.
Guillermo de Jorge