Desde los años universitarios en San Marcos allá
por los años cincuenta (miren no más lo viejo que soy) mantuve una relación muy
especial con Virgilio Roel, que era un año o dos mayor que yo. Él siempre
estuvo comprometido con él creía que era el pensamiento comunista, aunque
realmente era un socialista demócrata. La diferencia entre el comunismo
soviético y la socialdemocracia estriba en el uso del poder como medio para
alcanzar el bienestar social. Como Mariátegui a Virgilio nunca le gustó el
poder ni el autoritarismo, sino el pensamiento socialista para transformar al
país.
En esos tiempos yo no estaba interesado en la
militancia política sino en un desarrollo personal que me permitiera una sólida
carrera profesional, sin embargo admiraba a los jóvenes que se entregaban a las
actividades políticas de minorías que eran discriminadas por el poder oligarca
del país.
A pesar de los distintos ambientes donde
desarrollábamos nuestras actividades, Roel y yo nos veíamos de vez en cuando
para charlar sobre el Perú y sus gobiernos. Eran reuniones espontáneas luego de
algún cumpleaños, aniversario, bodas o seminarios. Más adelante con el gobierno
de Velasco Alvarado, Roel fue asesor del almirante Jorge Dellepiane, ministro
de Industrias, con quien me unía una antigua amistad y con quien participé en
la fundación de la Universidad de Lima creando la primera facultad de
Administración de Empresas en una casona cerca del Campo de Marte.
El trabajo de Roel en ministerio era enorme.
Aunque no participó en la reforma industrial, porque eso salió del SINAMOS, fue
el mentor de su trágica implementación. Hubieron otros proyectos, sin embargo,
que duraron más, como la fabricación de automóviles y camiones, y el plan de
medicinas genéricas en el que participé con Virgilio Roel.
Eran épocas románticas y a la vez ingenuas, y a
Virgilio le faltaban las horas del día para poner por escrito todos sus planes.
Cada vez que iba al ministerio de Industrias lo visitaba para compartir con él
sus proyectos y advertirle sobre los obstáculos que se le pondrían al frente.
Pero él seguía confiado, impertérrito ante
mis pronósticos.
La salida del ministro Dellepiane fue fulminante, y Roel rehízo sus pasos y se
dedicó a la enseñanza y la historia. Decenas de sus libros y ensayos enriquecen
nuestras bibliotecas y las mentes de todo aquel que quiera ver un punto de
vista no oficial ni sumiso al poder.
Los años pasan y luego de mi retiro de la empresa
privada, yo también me dediqué a la historia y la literatura, y es
allí donde nuevamente me encontré con Virgilio Roel luego de cuarenta y tantos
años. La tecnología nos ayudó a
acercarnos. Sin más comentarios, transcribo sin editar algunos correos que
recibí de él este año 2013 poco antes de su fallecimiento.
De: BVGA Virgilio Roel
<virgilioroel@hotmail.com>
Fecha: martes 26 de marzo
de 2013 03:22
Para: Herbert Morote <fundacion@herbertmorote.com>
Asunto: RE:
ADHESIÓN DE LA CANDIDATURA DE LA MADRE COVADONGA AL PREMIO PRÍNCIPE DE ASTURIAS
DE LA CONCORDIA
Mi querido Herbert:
A mi me joden las cosas españolas y el príncipe
de Asturias me parece un huevón. Además, creo que los españoles jodieron Al
Andaluz. ¡Que vivan los moros y que se vayan a la mierda los españoles! Y tú
deja que desaparezca España ahora, en la Era del Conocimiento.
Sin embargo, saludos de tu amigo,
Virgilio Roel.
Date: Tue, 26 Mar 2013 12:25:46 +0100
Subject: Re: ADHESIÓN DE LA CANDIDATURA DE LA
MADRE COVADONGA AL PREMIO PRÍNCIPE DE ASTURIAS DE LA CONCORDIA
Mi querido Virgilio: me alegra saber de ti, y por
lo que veo sigues luchador, muy bien¡¡¡¡ R Letts me ha dado noticias tuyas las
veces que en que nos hemos comunicado.
Respecto a las cosas españolas y el huevón del
Príncipe, tienes toda la razón. Pero este caso es algo que atañe a Ayacucho,
donde la Madre Covadonga ha realizado y realiza muy buena labor de ayuda a los
necesitados y perseguidos por la ley, desde las cárceles hasta ayudar a los
huérfanos, en especial aquellos niños discapacitados. Cuando España iba bien
algunos asturianos la ayudaban, ahora con la crisis se cerró el grifo y en el
Perú nadie ayuda a nadie, como tú bien sabes. Por eso se me ocurrió conseguir
unos 50 mil euros para nuestra tierra con este premio.
Hay que ser prácticos, carajo. No me gustaría que
la monja se quede sin ayuda. Y eso te lo dice un agnóstico como yo.
Un fuerte abrazo con la estimación de siempre.
¿Llegaste a leer mi libro sobre Vargas Llosa?
Herbert
Date: Sun, 24 Mar 2013 17:14:38 +0100
Subject: ADHESIÓN DE LA CANDIDATURA DE LA MADRE
COVADONGA AL PREMIO PRÍNCIPE DE ASTURIAS DE LA CONCORDIA
MI QUERIDO HERBERT:
No se trata de posiciones frente a la IGLESIA, se
trata de posiciones frente a ESPAÑA, PAÍS QUE A MI ME JODE SOBREMANERA. Ahora,
si hay que ayudar a los niños, muy bien, ¿pero los españoles?, si el español
Ñuflo de Chávez acuchilló a cientos de niños en público, en el Callejón de los
Conchucos. Pero, ¿Y PORQUÉ EXONERAR AL GOBIERNO DE SU OBLIGACIÓN DE
ASISTIR A LOS NIÑOS? Respecto de esto, te propongo que editemos un periódico de
pelea por los derechos de los niños, de los viejitos, de los abandonados y de
los desocupados y en contra de las AFPs y de los nuevos multimillonarios
peruanos. Busquemos la justicia social, no la limosna.
CLARO QUE TE LEO Y CLARO QUE HE LEÍDO LO QUE
DICES DEL HUEVAS DE VARGAS y también de los ayacuchanos, aunque te olvidas de
luchar para que las PAMPAS DE AYACUCHO sigan siendo de AYACUCHO y no de
LA QUINUA, como nos lo han impuesto los venezolanos.
Un abrazo de tu viejo hermano, que sigue siendo
joven para las cosas nuestras.
Virgilio Roel.
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Virgilio Roel falleció el 27 de junio de 2013
dejando una estela que seguirán los jóvenes que deseen ser independientes de
espíritu y solidarios con nuestros hermanos de la sierra peruana.
Herbert Morote
30 de diciembre de 2013
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