martes, 16 de febrero de 2010

FILÍPICA 4. LA DEMOCRACIA PERFECTA

Los conquistadores fueron una gentuza analfabeta pero con suficiente inteligencia para darse cuenta de que para mantener el control de la población lo primero que tenían que hacer era acabar con los intelectuales incas, los amautas, y con sus universidades, Yachayhuasi. Ya vendrían después los religiosos a enseñar a los sometidos “ora et labora” pero no pienses. Luego durante el virreinato la educación estaba circunscrita a los descendientes de españoles porque a los indígenas había que mantenerlos atomizados y en la ignorancia, no fuese que se les ocurriera pensar y se rebelaran. La decisión de no educar a los pueblos conquistados no fue exclusiva de España, todos los países colonizadores hicieron lo mismo, llámense Inglaterra, Holanda o Francia.
Lo lamentable es que esta tradición colonial la hayan seguido los gobernantes de la República hasta nuestros días. Un pueblo ignorante es más fácil de someter y explotar. Es verdad que entrado el siglo XX hubo un intento de cambiar las cosas. Los movimientos sociales aparecieron en el mundo y los gobiernos se vieron obligados a impartir educación pública, pero esta siempre fue mal pagada, impartida en colegios precarios por profesores sin preparación. Es decir, una educación pública lo suficientemente mala para que el pueblo no se eduque. Instruirlos sería peligroso, la clase privilegiada podría perder su posición. (Si desean saber más sobre la historia de la Educación en el Perú ver capítulo II del libro -Pero… ¿tiene el Perú salvación?- http://www.herbertmorote.com/tiene_peru.asp )

Los que se esfuerzan por mantener ignorantes a los jóvenes peruanos han hecho una labor excelente. ¡FELICITACIONES! Se ve que se han empleado a fondo. Solo los estudiantes de Haití obtienen peores resultados. Enhorabuenas a los presidentes de nuestras “ricas montañas, hermosas tierras, risueñas playas, cumbres nevadas, rios, quebradas”. Han cumplido con el trabajo de narcotizar a los futuros ciudadanos de uno de los países más ricos del mundo, ricos no para sus pobladores, sino para los que se benefician de la ignorancia y adormecimiento de la población. Por eso ningún candidato a presidente del país ha puesto la Educación a la cabeza de su agenda política, no ha sido necesario ni hacer promesas. Instalado el nuevo gobierno la Educación no es tema prioritario en los debates políticos, salvo cuando el sindicato de maestros pide unos miserables aumentos salariales. Claro, los padres ignoran la realidad y creen que sus hijos reciben buena educación.
Hemos superado cualquier fantasía Orweliana, estamos contentos con la ignorancia y la pobreza, agradeciendo vivir en un país rico aunque eso no nos beneficie para nada. Ni Stalin ni Goebbles hubieran soñado con tal sometimiento de la población. Tienen razón los que afirman que los medios de comunicación de nuestra democracia son lo que la cachiporra y las prisiones fueron para las tiranías. ¡Hemos creado la democracia perfecta!

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