¿ELECCIONES O CERTIFICADO DE DEFUNCIÓN?
https://filipicasmorote.blogspot.com/
- Perú, “que en paz descanse”.
- Primera vuelta. ¿Quién quedó sorprendido
- Segunda vuelta. ¿Por quién votar?
Primera vuelta. ¿Quién quedó sorprendido?
En este territorio que hace 200 años quiso ser una nación llamada Perú todo puede ocurrir. Muestra de ello son los resultados de la primera vuelta de las elecciones de 2021. Todos los medios de comunicación al igual que la mayoría de los peruanos quedaron sorprendidos de que un desconocido provinciano obtuviese el primer puesto y pasase a la segunda vuelta. ¿De adónde salió ese Pedro Castillo? ¿Quién diablos es? Este desconcierto es claro reflejo de un país donde hay un voluntarismo generalizado para ignorar al serrano. En efecto, esos que conocen o desean conocer Miami más que Cusco se han dado cuenta que existe un pueblo cuyo voto cuenta y que el 19%, sí, 19% de los peruanos sabían que Pedro Castillo era un profesor de primaria de un pueblo de Cajamarca, uno de los departamentos más pobres del Perú que a la vez posee unas de las minas más ricas del mundo. ¿Les suena familiar esta incongruencia? Efectivamente, Perú es un territorio donde sus ricas minas están en los pueblos más miserables y contaminados del planeta.
Pues bien, de Cajamarca salió este maestrito que el año 2007 puso al Perú patas arriba al organizar una huelga nacional de profesores. Con poco éxito la huelga se extinguió y su líder pasó al olvido hasta que hoy sale del anonimato criollo. Los otros votos se dispersaron entre 17 candidatos.
Por debajo, con 13.3% de los votos y derecho a pasar a la segunda vuelta, salió elegida Keiko Fujimori, hija del ex -presidente Alberto Fujimori, actualmente preso por asesinato, corrupción, peculado y otros graves delitos.
Ella misma, Keiko, ha salido de la cárcel provisionalmente. El fiscal pide que la condenen a 30 años de cárcel por enriquecerse con millones de dólares, provenientes tanto de constructores como de banqueros. No miento: Dionisio Romero, dueño del banco más importante de este territorio, el Banco de Crédito, confesó que le entregó personalmente un maletín con 3.6 millones de dólares para ayudarla a luchar contra “el chavismo”.
El prontuario de Keiko compite con el de su padre, corruptor de todas las instituciones jurídicas, políticas, militares, medios de comunicación. Hasta la jerarquía de la iglesia católica fue contaminada por Fujimori que, finalmente, fue juzgado, condenado y sigue preso esperando que su hijita lo indulte.
Keiko y Castillo competirán por la presidencia. A Keiko se la conoce. A Castillo no lo conoce la gran mayoría de los peruanos, en especial los habitantes de la gran Lima. Los medios de comunicación le atribuyen algunas declaraciones que necesitarán confirmación o desmentidos. Dicen que se declara “chavista”, de extrema izquierda, que es socio-comunista que va a cambiar la Constitución y acabar con la empresa privada. Dicen que prohibirá la importación de artículos y que su equipo está dirigido por un tal Cerrón, demagogo de extrema izquierda acusado de corrupción. ¡Vaya currículum! Pero lo curioso y sorprendente es que también dicen que se opone al matrimonio del mismo sexo, que está en contra del aborto, de la eutanasia, y que cerrará la Defensoría del Pueblo. Parece que este comunista es un conservador de pura cepa. ¡Viva el Perú, carajo! Eso es creatividad política. ¡No nos ganan!
Cuando se despeje el panorama y podamos oír directamente a Castillo, veremos si confirma las lindezas que se le atribuyen.
Evitemos gastar saliva en hablar sobre los otros candidatos, aunque no puedo evitar darles unas cuantas pinceladas. Seré breve.
Uno de ellos, el ex-presidente Humala, está penalmente encausado con su esposa por haberse embolsado millones de dólares de mordidas según confesiones de ejecutivos de la constructora Odebrecht que coinciden con la libreta donde puntualmente con puño y letra llevaba las cuentas la mujer. También se presentó y salió tercero un miembro del Opus Dei ( Rafael López Aliaga) que confiesa con orgullo no haber tenido relaciones con el sexo opuesto, y que mortifica frecuentemente sus carnes. ¡Por Dios!, ¡tenemos un célibe en Perú! Dado los escándalos de pederastas en la iglesia, aquellos que también se flagelaban y hacían largas penitencias por sus pecados, es inevitable sospechar de los sepulcros blanqueados sean con acciones de empresas o con arengas neoliberales.
Y así podemos seguir con otros candidatos que quizá sin ser corruptos todavía, seguramente aspiran a serlo. Esta escasez de líderes es el resultado del Perú ignorante que hemos creado. No tenemos políticos, tenemos ratas que cambian de pelaje.
Toda regla tiene una excepción: esta se llama Verónika Mendoza. Verónika es una cusqueña socialista y claro, como ambas características causan pánico entre los LDM, la tildan de terruca” y ser una comunista que pretende eliminar la propiedad privada. Lo de “terruca” es un denominación con las que los LDM pretenden discriminar todo lo que es provinciano, serrano, cholo, indio. En los tiempos de Sendero Luminoso, decenas de miles de serranos fueron asesinados por las fuerzas del orden porque no hablaban castellano o lo hablaban con forzado acento. “Hay que desconfiar de los cholos”, esto viene desde la Colonia y sigue en pie. La otra acusación a Mendoza es que es socialista. En Perú hemos adoptado la estupidez estadounidense para quienes todo lo que suena a socialismo es comunismo. Ignoran supinamente que, por ejemplo, los países más ricos y avanzados de Europa, los escandinavos, tienen gobiernos socialistas, como socialista es ahora el gobierno de Sánchez en España. Ignoran también que los partidos socialistas han tenido y tienen un papel relevante en Alemania, Francia y Portugal. Por eso los peruanos que viven en Europa no tuvieron miedo a votar por Verónika: en Suecia salió primera con 35% de los votos, en Alemania 30%, en Francia 29%, mientras en “la ilustrada Lima” obtuvo apenas 8%.
En fin… esto es lo que hay: dos finalistas que representan sin matices al Perú. Una, corrupta de arriba abajo. El otro parece un oxímoron[1]: “comunista conservador”.
¡Vaya pareja! Aunque la verdad sea dicha: ¡lo merecemos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario